Daños causado por Texaco día a día afectan a la salud de las personas.
En la amazonia ecuatoriana la explotación de petróleo es un negocio bien remunerado para muchas personas, durante varios años se ha extraído el petróleo, sin darse cuenta de todo el daño causado a las personas que habitan en este lugar y no solo a las comunidades sino no también a toda la especie vegetal y animal que habitan en estas tierra.
Los derrames de petróleo generan graves daños a la salud de las personas tales como son las deformaciones y el más importante el cáncer a la piel, debido a las bacterias y a la mala atención medica que existe en la Amazonia, puesto que no existe personas capacitadas que brindan una atención adecuada.
Los derrames de petróleo generan grandes consecuencias e impactos a la piel de las personas, puesto que para la explotación de petróleo se emplea varios químicos que son cromo VI, Benceno, Tolueno, Hidrocarburo totales de petróleo (TPH), hidrocarburos Aromáticos Poli cíclicos (HAPS), etc. Estos químicos son calificados como cancerígenos por la Organización Mundial de la Salud. Es por eso que atreves del tiempo los tóxicos que componen el petróleo al contactarse con la piel se vuelven irreversibles pues crea grandes efectos en la piel y en la salud de la persona.
Geovanna Mantilla doctora comenta que las afecciones que sufre la piel al contactarse con el petróleo son muy graves puesto que el petróleo es un hidrocarburo,y este contacto causa el cáncer que es una enfermedad que se puede tratar pero no se puede curar.
La provincia más afectada por la explotación de petróleo es la provincia de Orellana puesto que aquí se encuentran los mayores campos petroleros, los habitantes de esta provincia son los que han palpado el impacto de la contaminación del petróleo y a pesar de los reclamos ellos siguen viviendo en contaminación. La población de Cofán tenía alrededor de 4.500 habitantes antes de que se explote el petróleo, pero después de la explotación del petróleo más de 1.400 persona han muerto por causa del cáncer.
Según estudios del instituto de investigación biomédicas de la UDLA en varias poblaciones del oriente muestran que 7 de cada 10 personas expuestas al petróleo tienen un 25% de daño de sus cromosomas y la alteración en los cromosomas genera el riesgo de desarrollarse el cáncer y la leucemia , los niños que viven cerca a la perforación de petróleo son los que mayor riesgo correr de contraer cáncer a la sangre, en cambio los trabajadores de las refinerías del petróleo correr el riesgo de contraer el cáncer a los labios, estomago, hígado, próstata, ojo, cerebro y sangre.
En el 2002 se identificaron 445 casos de cáncer por las instalaciones petroleras, según el Registro Nacional de Tumores existe un incremento progresivo de casos de cáncer de los residentes de las provincias de Orellana y Sucumbíos. Según la localización del cáncer y el período de diagnóstico, en las dos provincias, se registra mayor incidencia de cáncer de estómago, sistema hematopoyético y retículo endotelial, cuello uterino, piel y ganglios linfáticos.
Es importante decir que en 1990 en estado asume la protección ambiental pero hasta el momento no se ve nada de eso, por falta de equipo humano y falta de capacitación de control ambiental en el oriente ecuatoriano. Es importante decir que el ambiente sano es un derecho garantizado en la constitución del Ecuador codificada en 1984 en el cual dice "el derecho a vivir en un ambiente libre de contaminación y la obligación del Estado a tutelar la preservación de la naturaleza".
Tomen en cuenta que cuando Texaco empezó a explotar el petróleo en el Ecuador no se conocía lo que es el cáncer, pero solo pasaron 40 años y es la enfermedad más destacada en el oriente ecuatoriano. La contaminación petrolera en la amazonia ecuatoriana es un trabajo deshonesto por parte de la empresa Texaco puesto que es un crimen de salud pública es por eso que debemos luchar contra las manos sucias de Chevron.